In the right moment, at the right place

"Pero bueno... qué te voy a decir yo, que soy representante de los duendecillos jinetes de mi pequeño pony junto al arco iris" (M.)


A veces pasan cosas muy raras. Me gustaría pensar que significan algo. O sea, tienen que hacerlo. Sobretodo si las cosas raras se repiten más de una vez. Fuck off, ¿hay alguien dirigiendo algo ahí arriba? ¿Una especie de múltiples hilos de marioneta? ¿Y dónde está la pantalla tras la cual alguien observa el conjunto en sí y puede analizarlo libre de subjeciones al respecto? ¿Va a ser que tantos libros (que no Lost, hostias ya) han hecho que la imaginación acabe dando por el culo al hecho de que (a veces) la realidad puede ser muy aburrida? ¿Qué somos, para qué vivimos y hacia dónde vamos? O sea, chorradas de serie. Pero se llega al punto en el que se tiene poco que perder, y entonces eres libre de... de decir chorradas al respecto. La verdad es que me encantan esas cosas raras. No van a ir a ningún sitio y van a seguir siendo interpretadas y maquilladas a mi bendita y sutil manera mientras me ocurran en las narices y no tras una pantalla a la que mirar, y vamos a dejarlo ahí. Porque además no hay nada más divertido que hablar de algo que sólo sabes tú. Por supuesto que me encantaría compartirlo, nos ha jodido.

El rollo críptico es algo así como hacer un test del facebook (o como algunos psicólogos licenciados): te preguntan tu plato chino preferido y te deducen que eres una braga transparente como prenda de ropa interior. No precisamente por la relación (cerdos) que pueda hacerse vía intestinal. Tampoco sé por qué.

No sé si he dicho que 6ft Under es la polla: 6ft Under es la polla (pero no sé si estoy depre porque la veo o la veo porque estoy depre).

Ante todo mucho humor.