12.11.08

Just a little reminder



Una historia en la que, en Lisboa, en un campo de fútbol lleno de tiendas de campaña y melómanos drogados, el bote de nocilla (pero en portugués) fue abandonado por razones de peso y aún hoy, casi tres años después, sigue siendo recordado. Y las cosas han cambiado muchísimo, de hecho han cambiado tanto que hace falta moverse mucho para llegar al mismo sitio. Nadie escucha a nadie, todos parlotean a 180/h y, para hacerse conocer aún más, aprovechan tu palabra para arrancar de ningún sitio más muestras sobre sí mismos. Cuando empiezas a sentirte cómodo con el significado de la soledad, llega Madrid y te tira de la silla para que busques otra, cuando lo único que te apetece es que ella te busque a tí. Hay quien dice que no odia, y aparte de cinismo y soplapollez es un resumen de más cinismo y soplapollez. Yo estoy odiando demasiado. Y lo que concierne a esta puta ciudad... es jodidamente bipolar, lo mismo te da una de cal que otra de arena, y todo el mundo... todo el mundo quiere estar cómodo.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Hey! Me tryin to meet you

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio