25.11.08

Unintended

Del a ver si pasa algo a ver si el fairy tale de turno se hace de colores y cobra vida. Del no pasa nada a que pase algo y sepas que es lo que quieres. De rozar lo patológico a admitir, como todo ente que respira, que quizás tengas un pequeño gran problema que resolver. De apretar los glúteos en un sofá a empezar a vestirte con una armadura para un combate no más que irónico pero sobretodo no menos que casi imposible, porque lo que pretendes conseguir, lo que por fin parece que has divisado, es la misión más imposible que has pretendido ponerte por delante. Mueves hilo y medio de diez, un ficticio público que observa el espectáculo te abuchea y básicamente se escojona de tí, todas las cartas mandan una predicción cuya desorbitada garantía casi hace que lo místico, imposible y peliculero pueda realmente tener cabida en este mundo.

Las coincidencias puntillosamente curiosas y toda esa mierda a veces dibujan una sonrisa en la cara que dura más de lo que uno pretendía pretender, y hace demasiado que no me atrae una lotería de la misma magnitud de dificultad que de imán, pero si buscas en el diccionario la palabra posibilidad entonces te levantas por las mañanas y te importa una mierda si fuera hay cero grados y si todo, en realidad, sigue exactamente igual que ayer.

Lo cierto es que jamás dejaría de ser unintended. Y por esa razón, la maldita ironía se pone manos a la obra y tiene el doble de dificultad. Y por todo en conjunto, es una batalla perdida, y nunca saldrá de un encriptamiento en el que, en realidad, no vive.


* Ejemplo de introspección cutre, críptica y fuera de lugar.






1 comentarios:

A las 11/28/2008 5:15 p. m. , Blogger Quico ha dicho...

muy mal eso de borrar los comentarios ¬¬

 

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