5.4.10

23th. Harder. Faster. Bionic.

Por qué. Te preguntas por qué. Por qué al llegar de la cervezada neoyorquina celebrando con desconocidos que son las 00.00 del día de tus 23 años, recibes un trompazo en las narices justo al menor curioso indicio de que, quizá, sí que las intenciones de aquello de dabas por perdido podían ser buenas. Por qué. Qué necesidad. Y es un trompazo simple, para nada como los primerizos, como los que te hicieron perder el tiempo más que ninguna otra mosca que se había cruzado en tu camino. Pero por qué. Por qué todo, en general, y ahora, aquí, de lo que hablo en particular, se empeña cada vez más en ser un tremendo chiste, un chiste vital ante el cual sólo te queda reírte y opinar: "Esto ya lo suponía". Coño, es que es verdad que lo suponías. Es que era tremendamente sencillo. No te las das de vidente, sólo te las das de dedicar mucho tiempo, perdiéndolo o ganándolo, pero desde luego dedicándolo. Todos esos fantasmas sólo han dado el resultado de algo maravilloso, que ahora deleitas y saboreas siendo consciente de que, no siendo ninguna recompensa impuesta por ningún Juez del Tetris que "Karma World" implicaría, es algo que nunca dejarías escapar. Parte de dos, por la tuya está enormemente compuesta de lección hasta el último rincón aprendida. Y entonces ocurre esto, y el por qué salta a la superficie. A los treinta segundos, sin contarlos si quiera, el corazón vuelve a latir a su ritmo normal y el torbellino que encierra el cráneo vuelve a consistir en una piscina donde no hay olas. La conclusión es lo que queda, y el por qué se traduce en un nunca podría. Nunca podrías aceptar a quien te ha hecho daño conscientemente, inconscientemente, de primera y de decimosexta vez. Nunca podrías tolerarlo desde ningún punto de vista tolerable, sensato, adulto e imparcial. Nunca podrías dejar de ser tú, y convertirte en el show de lo que nunca quisiste ni querrías ser.

Así que lo siento. Pero no. La empatía no se aprende en los libros. Por ende tampoco nadie va a dar lecciones, porque están formadas de frases, de palabras, como los libros. Se aprende cuando la prioridad es aprenderlo. Nadie la impone. Sólo surge, si es que surge. Si nunca te importó perderme, menos lo va a hacer ahora. Como sexo, como sentimiento, como ¿inteligencia?; como el conjunto: como persona. Y esto son pensamientos en voz alta a las 3.06 a.m. del día de mi cumpleaños, en el Upper West Side en Manhattan, con la chisporrotería de cantidades de Guinness ingerida. Sólo me importa a mí, y gracias.

"Lo que me impresiona no es que me haya mentido, tantas veces, con tanto ahínco. Lo que me impresiona es lo que piensa de mi inteligencia". Somebody said this.

Y todo se reduce a saber que estás vivo, y podrías no estarlo, de hecho llegarás a no estarlo. Cuento de buenas noches, a lo que suena. Los tumores malignos, los virus, las analogías con éstos y las diarreas mentales se cuelan por la alcantarilla y el Chiste que es la vida sólo dice... ríete. Te saldrán más arrugas, podrás decir que has vivido.

23th. Harder. Faster. Bionic.


0 comentarios:

Publicar un comentario

Hey! Me tryin to meet you

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio