The Ones.

Cuando has tenido una situación incómoda con alguien, os habeis gritado, exorcizado los demonios en menos de dos minutos, marchado de mala manera, colgado el teléfono contestando, dado un portazo que separará múltiples y oceánicos kilómetros.

Y, entonces, tú o ese alguien, sin pararse a ver quién lo hace primero porque es un impulso que proviene de las entrañas, manda unas fotos que simbolizan un guiño, o envía un mensaje con motivo de cualquier estúpida índole, o, en resumen, busca o buscas la forma de calmar las aguas que por una completa y absurda estupidez - seguramente con las raíces hundidas en la confianza - se crecieron en olas gigantescas que organizaron la del Apocalipsis Now.

Entonces es cuando sé que hay algo. Entonces se sabe que importas a esa persona, y que ella a tí; entonces se remueve algo por dentro y te hace sentir ser humano desde un enfoque chimenea en una noche de Enero. Y, de verdad, no importa nada más. Todo lo demás es conveniente, todo lo demás es interés, todo lo demás es superficial, todo lo demás es fácil.