Rhythm

10.00 am del 1 de Mayo en la Estación Sur de bus buses. Ochenta por ciento del destino a Murcia es peña del festival, pero no cualquier peña: pintazas. Veo camisetas de grupos específicos que me ponen bastante cachonda, y encima eso parece un desfile de revista al más guapo y guapa de la temporada alternativa. Nevermind, lo que importan son las camisetas, siempre. Cinco horas y aterrizamos en territorio marciano. Murcia es de marcianos, amén de la coña prehistórica, es cierto. Allí todo parece ir un poco al revés y hay muchas cosas que no se entienden, pero ellos sí. Me recogen los amos del Coche 1 y nos perdemos durante una hora para encontrar el festival. Pasamos por el mismo trozo de autovía unas... cuatro veces. Poco más y montamos nuestro festival en el campo con las culebras, que tampoco sería la primera vez de algo así. Por fin se hace la luz y aparece lo que luego sería nuestra casa: un Eroski, o sus aparcamientos. Millones de coches abiertos con música saliendo de ellos y el personal bastante ciego. Corremos hacia la cola donde están H. y M. para pillar hueco para PJ Harvey. Conseguimos reservar entradas: cracks. Lo que en un principio parecía imposible se hace realidad: voy a estar a unos metros de esa diosa. Luego fueron bastantes más metros, whatever. Después, lo que se suele hacer: a la saca. De repente ya son las 20 h y PJ empieza, en ese auditorio donde hacía tanto calorcito. Flipé. Aunque fuesen los temas que tiene con John Parish, esa mujer está fuera de definición. Cenamos something, y recenamos, sabiendo lo que espera. Nos regamos y nos condimentamos, aka sazonamos. Podría darme vergüenza pero no será la primera vez que lo enseñe al público, así que mero ejemplo de lo que un festival de esas características puede suponer (atención a la musicaza hortera, a M. siendo más basto que nunca y a el ciego general que aunque sólo entendamos nosotros, muestra el airecillo):





Poco después nos largamos cagando leches y nos zambullimos en Prodigy, porque Babyshambles no eran aptos de soportar. Tras casi una hora esperando a Prodigy, con una emoción y activación de tres pares de narices a lo Hulk, Spiderman y los que se te ocurran, empiezan. Ni puta idea de con cuál, porque tocaron bastante y las dos primeras fueron para procurar seguir con vida. La gente directamente se volvió LOCA. Sé que la segunda fue Their law, así que igual la primera fue Firestarter. Se marcaron muchísimo del nuevo disco y, para escucharlo allí por primera vez, fue la polla. En resumen (no es nuestro):




Ufffffffffffff. No me gustó ni más ni menos que en el Creamfields del 2007, sencillamente fue distinto. Y a veces eso no se puede decir de esta clase de grupos, pero sí. A ver qué paisa en Bélgica. (¿Y quizás en el Paredes de Coura, Portugal, a finales de Julio? Who knows) Entre más conciertos y más sazonamiento y más chorradas (benditas chorradas) de repente apareció P. y nos salvó la puta vida ofreciéndonos casa para dormir. Y el segundo día lo voy a resumir aún más: chino, cafeses en terraza (con vistas a rotonda, sí señor), mezcla mortal "meriende ron con limonada y hierbabuena y diríjase al paraíso en cinco minutos", fotos chorrísimas, God is an astronaut + Blood Sex Sugar Magic de calentamiento en Casa Coche, gilipollismo, Noise Box (gru-pa-zo), 2-6 (wait for it... ¿2-6? ¿He dicho 2-6? Todo el puto bar culé, menos C. y M. que me acompañaban -amén de la ironía-, y yo saltando por los aireeeeeeeeees), más castañazo (mayormente psicológico), laberinto extraño en una de las exposiciones alterna progres del recinto -gilipolleces había una y mil- en el que se nos ocurrió esto:






Luego nos encontramos a un colega de C. y A. que decía aproximadamente media docena de chorradas cachondísimas por segundo, y que nos invitó a un algo, y ahí que nos fuimos a ver a Underworld porque o éramos nosotros o aquello estaba empezando a sonar bien. Rectificando diré que fue bastante puta mierda a excepción de Born Slippy (BSO Trainspotting) en el que se organizó la de dios es cristo con unos globos enormes que soltaron y que finalmente la canción mola. El resto, sosísimo... si las canciones durasen exactamente la mitad y metiese más caña y más variación, todavía... pero ahí os dejo el vídeo que C. grabó en Born Slippy mientras los demás flipábamos como criaturillas. Sublime:




Acto seguido mariconeamos allí y allá y a eso de las 6 de la mañana, cuando empezó a hacer un frío infernal, apareció P. again y nos largamos a su casa, donde hubo una especie de after vía ordenata. Y esto de llevar cuatro días seguidos acostándome a las 9 de la mañana me hace pensar que estoy planeando sobre una realidad a la que no tengo ganas de bajar... porque, fuck off, es 4 de Mayo y me espera la muerte. Sólo espero que visitar el Charlie en Malasaña, deberse unos tequilas, ir a la expo de NY en la Casa Encendida, algún que otro concierto y los findes guinda de pastel ayuden a mejorar el camino hacia la luz... y es que más vale troncharse del aura enigmática, en general.