28.8.07

The great story of the little girl and the turtle




Once upon a time
a turtle arrived from the sky.


It was a windy, stormy night
and a family was getting inside their home
They wanted to be warm,
although we're talking about a fuckin August with (chicharras)
singin' at every single minute.

A "crack" took place outside.
They went outside,
they became paranoid:
A turtle was staring at them
she was nodding!

The little girl opened her eyes
and her eyes told her to stop the opening
'cause if not they were going to explode.

And blaaa, blaaa, blaaa
(things that aren't supposed to be publicated here)
...but the next morning
she got inside the turtle
she UNDERSTOOD the turtle
and realized that they were made for each other.
The little girl, dressed with high quality robes
was +
The turtle, like every turtle in the Earth
was dressed with no robes
but she was -

And everybody knows what happens if you put a "+" and a "-" together.


They ate (perdices) and so they were happy for the end of their days.







15.8.07

The patient

Como la mayoría de las cosas que hago, esto lo escribo para mí. Yo disfruto cómo queda la moñada en cuestión, con la fotito, la letrita pequeñita y mona, la estructura general.
Sí, como la mayoría de las cosas que hago, lo hago para mí. Como todo quisqui. Directa o indirectamente.


Esta foto va porque me acuerdo de tres fechas. Tres sorpresas. Tres importancias que a día de hoy sueño con que no sólo lo merecieran para mí. Un desarrollo extraño, fugoso, percepciones individuales, viviendo con un pie en el cielo y con el otro en la tierra. Pero como en todos los juegos a los que uno se arriesga a jugar, existe un Game Over.

Que no lo haya evidenciado yo carece de importancia.
La edad y la distancia, me da en la nariz, van a estar presentes en mis circunstancias toda la vida.
Aún así, doy gracias a la vida (valga Violeta Parra) por haber disfrutado mínimamente de esa parte de la misma. Sólo le insinuo que se me aparezca un parecido en alguna ocasión. Sería todo un placer...y no dudaré en aprovecharlo.
Gracias por el atisbo.







Es como salir a dar una vuelta en bicicleta a ese nuevo lugar al que te has mudado. Te atrae tanto el paisaje que te desvías, cual mosquito a la luz, por terrenos que no son lo que parecen. ¿Relativo, verdad? El terreno. Como casi todo, y pruebas, insistes. Sigues. Las ruedas te chirrian. Pero estás disfrutando tanto que no te importa si hay caída.
Durante veinte años has trabajado de realista, de racional. Pero una de las ruedas se ha pinchado. El aire sale. El sentimiento sale. Y te caes. Evidentemente, te caes. Te has caído. La piedra que ha pinchado la rueda estaba ahí porque tenía que estarlo. La llamas "vikinga", no sabes si por su color o por su molestia. La maldices, pero esa piedra estaba ahí porque tenía que estar. Y tú has pasado la bici por encima porque has querido que así fuera. Si hubieses elegido otro terreno carente de esa clase de piedras perfectas para desestabilizar cualquiera de tus ruedas, probablemente estarías en otro lugar viviendo otra clase de experiencia. Como por ejemplo una aburrida partida al Solitario frente a la pantalla del ordenador.

Te sientes fatal, pero al menos cuentas con esa capacidad para racionalizarlo. Extrañamente, alivia. Qué menos que vivir un poco de oscuridad para ver brillar luego lo demás. Se llama vivir, y es cortísimo.

De hecho, lo único que quiere el deseo es saber cuán lejos puede llegar.








5.8.07

Hoy por ayer




GRANDES, joder.