29.11.08

But what's

[...] imaginármelas, idealizar y maquillar personas, fantasías, historias, futuros y mierdas así, para que algunas, algunas se queden como tales imaginaciones. Rollo niño de cuatro años que cree en los Reyes y les prepara leche y bollos y luego sus padres se los comen y el puto mundo queda equilibrado según la definición mundo piruleta por un puto momento. Ver Big Fish es otra opción para entenderlo.

Si hay algo que sé hacer (y que acaba desquiciando) es relacionar cinco objetos en cinco esquinas que pocas hostias tengan que ver la una con la otra. Cuando me lío a símiles o metáforas o meras soplapolleces (que, por cierto, no son pilladas del diccionario ni de un especial ánimo por ir de guay por la vida, como la mediocridad tiene el gusto de criticar) hago exactamente lo mismo que con esos cinco objetos de esas cinco esquinas totalmente indiferentes entre sí. Hay quien me pilla, hay quien se ríe, hay quien piensa que soy yo quien se ríe de ese quien. También hay lentejas con verduras, lentejas con chorizo o directamente odio a las lentejas por tratarse de meras pelotitas marrones que se te resbalan entre los dedos sin respeto alguno.

Buenas tardes del peor día de resaca y frío de toda la historia.

25.11.08

Unintended

Del a ver si pasa algo a ver si el fairy tale de turno se hace de colores y cobra vida. Del no pasa nada a que pase algo y sepas que es lo que quieres. De rozar lo patológico a admitir, como todo ente que respira, que quizás tengas un pequeño gran problema que resolver. De apretar los glúteos en un sofá a empezar a vestirte con una armadura para un combate no más que irónico pero sobretodo no menos que casi imposible, porque lo que pretendes conseguir, lo que por fin parece que has divisado, es la misión más imposible que has pretendido ponerte por delante. Mueves hilo y medio de diez, un ficticio público que observa el espectáculo te abuchea y básicamente se escojona de tí, todas las cartas mandan una predicción cuya desorbitada garantía casi hace que lo místico, imposible y peliculero pueda realmente tener cabida en este mundo.

Las coincidencias puntillosamente curiosas y toda esa mierda a veces dibujan una sonrisa en la cara que dura más de lo que uno pretendía pretender, y hace demasiado que no me atrae una lotería de la misma magnitud de dificultad que de imán, pero si buscas en el diccionario la palabra posibilidad entonces te levantas por las mañanas y te importa una mierda si fuera hay cero grados y si todo, en realidad, sigue exactamente igual que ayer.

Lo cierto es que jamás dejaría de ser unintended. Y por esa razón, la maldita ironía se pone manos a la obra y tiene el doble de dificultad. Y por todo en conjunto, es una batalla perdida, y nunca saldrá de un encriptamiento en el que, en realidad, no vive.


* Ejemplo de introspección cutre, críptica y fuera de lugar.






24.11.08

It's called dream when they mean God's fortune

Tenía no creo que ni diez años y me fui a la cama como cualquier otro día en el que madrugar era lo que más me dolía en el universo, ni más ni menos como me sigue pasando. Hace tanto tiempo que sólo recuerdo algunos detalles (finales) y de no haber sido por contarlo cien mil veces, ni siquiera eso quedaría. Me dormí y empecé a soñar. El caso es que de repente se tenía que acabar el mundo por huevos. La peña histérica, esas cosas que pasan. Sin embargo, existía un Dios cachondo (pero Dios, al fin y al cabo), resultado de no sé cuales influencias literarias o televisivas (Monty Python, espero) llegadas a mi cúmulo de memoria, lo que es gracioso si uno está escolarizado en un colegio de curas, aunque sea la excepción de los beatillos allí presentes. La forma de acabarse el mundo incluía histeria y caos, de eso me acuerdo, pero en el último momento mi egolatría infantil se puso de plomo como detalle a recordar in extremus. Ese Dios, el blanco, gigante y cachondo, se aparecía de entre las escabrosas nubes de un descampado en el que estábamos absolutamente todos y cada uno de los habitantes de la Tierra, en fila, haciendo una S infinita. Mi hermana estaba delante de mí. Y no recuerdo una especial alteración en mi persona por lo que estaba sucediendo. Creo que lo que más me importaba era lo que Dios podría decir en voz alta (decir que Dios habla en voz baja es una increíble blasfemia) sobre mis actos. Ese mismo Dios iba juzgando al personal, y acto seguido, a todos y a cada uno de los individuos, le cortaba la cabeza al estilo antiguo de ponerla sobre una caja y... pues eso.

Llegó el turno de mi hermana, y Dios hizo algo raro. Me dijo que me acercase, y que yo tenía que tomar una importante decisión. O moría yo, o moría mi hermana. ¿Estaba yo dispuesta a palmarla por mi amada sista, siete años mayor que yo, cruel como nadie atribuyendo la muerte de Kurt Cobain a su cercanía con mi fecha de cumpleaños? No. Que la matase a ella. Y así lo hizo Dios.

Cuando más tarde se lo conté a mi familia, tan feliz y campante, fue cuando mi hermana, entre otras cosas, empezó a tratarme de forma más... cuidadosa.

Pero creo que nunca he dejado de ser vil. Así que quien lea esto que no espere nada bueno de mí. Soñaré con vosotros y os elegiré para morir por mí. ¿Era Dios Dios, o yo Dios? Estas mentes...

20.11.08

Me love poetry




Me going to say it! Me no can help it! Here it comes! Ah! Ah!
They make me think of........ COOKIEEEEEEEEEEEEEES!

Similitudes aparte... Ais! Coño! Qué genial!

16.11.08

We think we deserve it

En caso de emergencia recurre a donde no tienes ni mísera idea de si recurrirías. Es típico anhelarse héroe, super villano o mezcla de ambas cosas al mando de la picardía aderezada a la teórica medida. Nadie lo sabe. Probablemente actuarás como nunca pensaste que actuarías. Y lo más seguro es que te conviertas en quien jamás pensaste que te convertirías.


- Es como conservar algo que ya no existe. Se parece al derecho medioambiental. Agarrarnos con tanta fuerza a las cosas que sabemos que terminarán desapareciendo. Es muy loable. Pero...
- Ya. Si no permites que los bosques tropicales se conviertan en aparcamientos... ¿dónde coño vas a aparcar tu coche?

HIMYM, 1ª temp.





15.11.08

Culos y tetas

Para empezar, este cartel pertenece al año 2007. En el 2008 fue, no sé si mejor, pero equitativo. En el 2009 celebran el 35º aniversario. Cuatro días y un festivalazo... perdón, sonidazo... perdón, Bélgica y uno de los festivales europeos típicos. Pasando de repetir pero no de INSISTIR, so...

http://www.fotolog.com/bbaionic/40569513





Jijijijijijijijijiijijijijijijiijijijijijijijiijijijijijijiijiji.
Jiji.
Ji.

13.11.08

.




12.11.08

Just a little reminder



Una historia en la que, en Lisboa, en un campo de fútbol lleno de tiendas de campaña y melómanos drogados, el bote de nocilla (pero en portugués) fue abandonado por razones de peso y aún hoy, casi tres años después, sigue siendo recordado. Y las cosas han cambiado muchísimo, de hecho han cambiado tanto que hace falta moverse mucho para llegar al mismo sitio. Nadie escucha a nadie, todos parlotean a 180/h y, para hacerse conocer aún más, aprovechan tu palabra para arrancar de ningún sitio más muestras sobre sí mismos. Cuando empiezas a sentirte cómodo con el significado de la soledad, llega Madrid y te tira de la silla para que busques otra, cuando lo único que te apetece es que ella te busque a tí. Hay quien dice que no odia, y aparte de cinismo y soplapollez es un resumen de más cinismo y soplapollez. Yo estoy odiando demasiado. Y lo que concierne a esta puta ciudad... es jodidamente bipolar, lo mismo te da una de cal que otra de arena, y todo el mundo... todo el mundo quiere estar cómodo.

9.11.08

Daytime dancer


¿Sabes? A veces simplemente dan ganas de soltarse la melena, dar cabezazos con la música a toda hostia, emborracharse hasta morir y ser animal por unas horas. Volver a tus instintos más crudos, aparcar el puto cerebro, follarse a sí mismo y sentirse agusto entre la inestabilidad.
Que los que te rodean no estén a ese puto nivel... a tomar por culo, eso es otra historia y no te andarás con mariconadas existenciales.



8.11.08

A collector

Todo está bajo control.
Cambias la canción. Mierda, esta no era. Joder, la puta segunda acción del botón central por aquello de ser el grande, el más accesible, no me satisface la puta necesidad instantánea. Adelantas veinte segundos y descubres que no es esa la puta canción que buscas. Porque la melomanía, parecido a la felinanina, esconde facetas entre las que se encuentra el puntito justo que quieres que te sea tocado. En ese puto instante. Puto, puta, putada, putez, mira si hay formas y a nadie le importan las variedades. ¿La seis? The becoming. El llegar a ser. ¿Qué cojones? Siempre hablando de dramones, como ramones, que se repiten, como ramas marchitadas esperando el puto cielo abierto y el claro de luz instantáneo. Es la segunda vez que se repite una palabra diccionario, las cosas están claras. Gran tecnología, la de la ironía. La puta canción número seis es la que justamente no tienes en el cacharro que te alimenta los minutos, cuartos de hora, transportes y lanzadas hacia escaparates luminosos carentes de interés estomacal. Ruiner. Ruiner. Joder, ahora sí, ahora la encuentras, suelta entre otras canciones buenrollistas pero no aclimatadas, como si el puto destino te estuviese ofreciendo el rollo peliculero y esto fuese un sinfín de palomitas. Te sabes la puta letra, te sabes el minuto con segundo específico exacto que te hace alcanzar el clímax que consiguiría una droga digna de escoceses, que te hace gritar al mundo que necesitas verlos. Verlos. Estás en medio de mil historias y parece que te relatas a cincuenta años más y te importa media mierda. Hablas de comidas sexuales y de preferencias psicológicas relacionadas y camufladas que encenderían a cualquiera con dos dedos de frente pero se puede, se pueden intercambiar opiniones porque la selección está entre los principios del tema.

Minuto 03.51. Ruiner. El puto preludio de la escena gore íntima que a nadie le contarías porque, efectivamente, no eres capaz de transmitir ni en media docena de palabras. Hay cosas que no hay por qué definir. Hay cosas que matarían a cualquiera sentado en su sillita instantánea, y va la tercera, por el surrealismo y novedad del tema. Somos unos putos cobardes. Somos los jodidos cobardes dignos del cuento de la historia de la condición. Pasas de la generalización porque eso te convierte en el puto progresismo que daría el bombazo de la contradicción. Sabes que has encontrado exactamente qué coño quieres hacer, qué coño quieres tener, qué coño quieres conseguir. Pero eres un cobarde. Apuntado a la lista de donación. Los putos días vuelan. No esperes que la espiral te solucione el sentido de tus diarreas. Las generalizaciones, por norma general, suelen tener razón. Otra cosa es que te desvíes de ellas. Sé capaz. Ten coherencia con el puto corazón que te late, y déjate de folladas cerebrales, cómodas, instantáneas, carpe diem, viejo tema. Lo que se alarga sin evolución es un sofá con unos brazos de chicle que jamás abandonarías porque has enterrado la raíz de las moléculas que lo conforman. Se te ha olvidado el sentido de todo ello. Te bebes la segunda coca cola y el cuarto café porque el mono lo pide, y el ser humano conforma la ley escondida de avanzar sobre ello. Minuto 03.50.

El semáforo está en ámbar. El puto flipado recorre Cuesta San Vicente se cree Zeus y sin contestador. La has encontrado, y el mínimo orgasmo digno de la definición del pequeño detalle hace que casi no percibas ni el color naranja del semáforo, ni el flipado de los cojones que te mira como si hubiese visto una aparición. Bien, párate. La máquina te arrollaría. La comodidad, el mínimo orgasmo digno de la definición del pequeño detalle, te arrollaría. Las generalizaciones son una mierda, y es la vez de separar la comodidad del sofá. Negar la novedad es absurdo. Negar el miedo también lo es. El surrealismo y el aburrimiento son el blanco y el negro de un número exacto de cromosomas sin diferencia de sexo pero sí de contexto. Esto lo deduciría un fontanero, de hecho, lo hace y nadie le toma en serio. Minuto 03.50.



7.11.08

And you could have it all


Sometimes there's nothing else to say.


4.11.08

English summer rain

Anoche fue uno de esos conciertazos tocafibra en los que cierras los ojos y, aunque no canten, tú das por hecho que en tu interior alguien está leyendo lo siguiente con una voz así, como, sensual

"Shell smashed, juices flowing
Wings twitch, legs are going
Don't get sentimental
It always ends up drivel
One day I'm going to grow wings
A chemical reaction
Hysterical and useless

Hysterical and ..."

Que es de Radiohead, de la canción que se merece el mejor premio de la historia para ir andando por la calle (Let Down, vaya). Y da igual de quien sea la música o la letra, de hecho dan igual mogollón de cosas porque tu capacidad de separación roll
o máquina gigante despega superglues varios la tienes, a fuerza de ensayo-error (y lo que te rondaré, morena), llegando a un límite preocupante. Una cosa es verle la lógica a las cosas, y otra verle la extrema lógica de forma que nada sea sorprendente y todo sea un to be continued que adivinas, a modo de película yankie de sábado por la tarde. Al final habrá un baile de fin de curso, y aunque Carrie ya está muerta, su espíritu aparecerá detrás de todas las caritas maquilladas. No sé por qué la parte cruda de la vida tiene que aparecer siempre con sangre, ojos amoratados, gente fea. No me molan los zombies (y menos quienes en Halloween lo usan como excusa para disfrazarse de condón zombie, porque cuando todo vale, nada vale) pero reconozco que con lo que más se aprende y lo más divertido (sin ánimo de sadomasoquismo) es con esa parte fea y condicionada de la laif.

Por eso hace unos meses mi primera (y por tanto, merecedora de toda excesiva atención) y única planta murió. Había que regarla cada quince putos días, y nada más. Por casualidades del destino, ironic thing talking about, pilló una infección rara de unos bichitos diminutos. No sé si fue cosa de mi ventana o del aire de Madrid, que da la impresión de que en cuanto interacciona con vida, la jode. Caso es, estuvo gravemente en coma todo el verano, al cuidado de la sista. Revivió. Bueno, apartó un tallo diminuto del conjunto putrefacto y l
a plantó en otra maceta. Meses después, me hace entrega de la hija prodigio. Meses después, ironic thing talking about, la coña del destino y sus ironías y casualidades y otras palabras que salen en la Cosmopolitan continúan con sus apariciones. El tema es que, tras el enorme follón que está armando la máquina separa superglues varios y la BSO que Miss Ironía anda desafinando, sólo hay unas ganas de abrir la boca y soltar algo así como cien mil carcajadas por minuto.





A veces, con esto de escribir, pasa como le pasó al Sr Burns. Tenía tantas enfermedades, que no tenía ninguna. La escena de todos los viruses en forma de pelotitas antiestrés (con pelos!) encajadas en una puerta... y no podía pasar ninguna. Pues con las palabras, ídem. Están calentitas ahí dentro.