26.6.08

I like dirt





Normalmente, pues no sé. Sería genial meterse en ese portal, dar un par de pasos observando lo tétrico del lugar, y girar sobre sí mismo con los ojos como platos por lo excitante y no menos extraño del momento. Quizás cruzar un par de palabras, resumen de una circunstancial opinión común, y agarrarse el pelo para empezar a follarse como dos conscientes animales. Gritar tanto, sostenerse entre las barandillas de las escaleras con un equilibrio sobrenatural y hacer ese ruido, tanto ruido que ya notas, a los cuantos minutos, que los inquilinos terminan su paciencia saliendo al rellano. Tendrías mucha curiosidad por ver qué clase de gente vive en ese lugar, pero te humedeces más sabiendo que os están mirando, os están gritando y se están cabreando. Murmurarnos al oído fantasías sexuales propias de mentes volcadas, disfrutando de cómo nos gritan, imaginando que es su cese sexual la causa plus de la envidia que les hace insultarnos. Corrernos tantas veces como sea posible, recoger la poca ropa que llevamos y salir a la calle con tales sonrisas que la brisa que corre fuera casi provoca un último orgasmo. Mirarnos, y saber que sentirnos vivos al lado va más allá de la perversión efímera.

Los pecados entre dos son más pecado. No hay ningún miedo. Queda tanto.







25.6.08

Visitar la despensa




A veces las sorpresas vienen vestidas de negro. Un negro sin más, uno que da mucha pereza describir porque realmente sólo te sale decir que es negro. Complicarlo aún más sería despellejar cada célula muerta de esa herida que lucha por volver a ser superficie útil, y servir de algo más que víctima implacable a la que curar. Otras sorpresas vienen de blanco. De un blanco que, como lo que el mundo conoce por blanco, deslumbra y quizás deje ciego una temporada. La palabra temporada, sin embargo, alberga muchos matices. El lenguaje es un juego, y quizás a tu derecha se refieran con temporada a un instante. Pero eso tú lo interpretas, y le contestarás según tus términos y pareceres. Es complicado. Todo es complicado, y aquí estoy: definiendo, sin esfuerzo ninguno, lo que me parece el negro y el blanco. Me acuerdo de aquella vez que, siendo sustancias psicotrópicas quienes gobernaban mi consciencia, medité lo que a mí me parecieron siglos y fueron cinco minutos: no menos que solté un "el bien y mal", a alguien que tenía el culo posado junto al mío. Ya hay muchos cuerpos humanos que han hablado de eso, y a mí me apetece compararlo con negros y blancos. Suele atribuirse negros al mal, y blancos al bien. Tan absurdo como común. Pero así es, y no puedes cambiarte a otro planeta.

Me gustaban estas conversaciones, y me siguen gustando. Poco a poco las caras con las que lo compartes van cambiando, bien por el paso del tiempo o bien por el paso de la gente. El caso es que ambas cosas vienen y se van, y el tema de la película es el mismo, ligeramente pasado por algunos filtros que matizan todo según su descubrimiento. Y debería parar de relacionar, porque no está hecho el mundo para ello. Cosa que me viene dando igual.

Finalmente hay sorpresas rojas. Suelo ver algo rojo cuando realmente no me lo esperaba. Puede que ciertas palabras te sumerjan en un instante rojo, al que luego tienes que aclarar para no acabar tintado. El rojo es maravilloso. Pero no deja de ser un color, y no deja de ser un color inventado en este mundo. Por eso se convierte, innatamente, en perecedero. No sirvo para indirectas. Todas son directas.

18.6.08

Non sense versions

Parte I. The fact.
Observa el agua. Siempre ha estado ahí, desde que tienes uso de memoria. Siempre ha estado, y cuando ha faltado, tu cuerpo ha reaccionado de forma violenta. Necesitas agua, no tiene más misterio. Observa también su mecanismo. Esa química que odiaste estudiar, y que finalmente tanto te impresionó. Pura base. Nada de mariconadas, pensamientos rosas o realidades a lo Alicia en el País de las Maravillas. Realidades a secas. Observa su transformación. Tiene varias caras. Cuando Conocimiento del Medio era el título de uno de esos libros con los que tenías que cargar, y estaba lleno de cosas bastante curiosas. Recuerda aquel triángulo, bidireccional hacia cada vértice, con nombres raros escritos en cada una de esas direcciones. Parecía algo extraño que el agua pudiese convertirse en hielo. O que se evaporase. Olvidaste por qué ocurría. La memoria no es ignorancia. La comodidad quizás sí.





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Parte II. The consequence.
Asco. Asco es la palabra. No me voy a poner a perseguir cada puta molécula de este universo que piense de mi persona lo que no es. Pero te voy a asegurar una cosa. Los labios siguen siendo apariencia. Lo superficial es lo que atrae, me da igual si me lo pones en cara bonita o en labia. Que en escritura. Que en convencionalismo. Y lo irónico existe, y aquello que odias puedes acabar comiéndolo. La diferencia es que no uso sólo los labios. También uso el cerebro, y ese pequeño músculo que late entre las costillas. No veo a la gente como un medio, sino como un fin. Un placer haber sido discreta, cuando quizás me podía haber divertido con eso que... ¿inconscientemente? Sure. Bendita manipulación. Cuánto inocente acapara. Cuánto mediocre la tiene por sangre. Maravilloso que no haya sufrimiento ninguno. Me encanta creerme esa indiferencia. No hay mayor cínico que el que la anuncia.

16.6.08

Infinite sights




No sé cómo pudiste pensar que la incertidumbre te dejaría tranquilo. Es una sencilla sombra que grita esplendor cuando más brillas. En la oscuridad, en la oscuridad sólo ves cien mil sombras como ésa. No te preocupa una mierda si cabe la posibilidad de mantener la calma, sólo alcanzas a preocuparte por quitarte todas esas sombras, porque son como mil abrigos en cualquier tarde de Agosto en uno de esos bancos de cualquier pueblo en el que gobiernen las salamanquesas. Y no sé, yo no sé cómo pudiste pensar que todo viene para quedarse. Que las células que observas de tu mano están ahí desde que naciste. Que la felicidad tiene muchas caras, y nunca se queda con una porque toda evolución tiene un precio que no estás dispuesto a pagar hasta el final. Bravo por esos malditos instantes de suma melancolía, dirigiéndola a nuevas certezas. Y bravo por el siguiente instante, notando cómo la sangre se pasea por las venas sin límite de velocidad, poseyendo autocontrol y sabiendo que cualquier día las estanterías se caerán, te colocarás debajo del marco de la puerta y disfrutarás viciosamente del nuevo terremoto que, como las tormentas, no dejan de ser una mera atracción de feria. Y a mí, que no dejo de ser otro puto conjunto de células, no hay diversión que más me merezca.

15.6.08

Desire with desire

Y bien...

y BIEN.



Me han hablado tan cojonudamente bien de ese sitio que en cuanto ponga un puto pie en Septiembre (sino antes) pienso poner el otro ahí. Puede ser un despatarramiento interesante. Con el panorama musical que cuentan, la apariencia hiper popie del sitejo y donde está situao no tiene mucho que ver. Habrá que verlo, y ezo. La incertidumbre y Madrid son...



14.6.08

Midnight




Me encanta escucharte que la ironía no es más que una verdad hecha de contradicciones, que debe ir siempre acompañada de una sonrisa. Y hablar en segunda persona del singular, a falta de desechar esas malditas clases de lengua con la odiosa idea de la gramática, no significa que me refiera a mi pasado. Es absurdo decir que ahora empieza lo bueno, no hay ningún inicio ni final de algo tan modelable. Me encanta respirar. Estoy así de gilipollas.