30.9.09

Limitless



Es como ese hilo desafinadamente afinado que suena un poco más allá del comienzo de Eraser. Entra en escena después del toque gótico y descarrilado de una máquina que se arrastra, y después de una batería que bien podría sumergirte en un ambiente formado por el verdugo y su víctima. Cuando ese hilo aparece, automáticamente, lo empiezas a cantar cual gato afónico a base de pes y enes. Te encantaría tener un arpa al lado para poder explicar exactamente qué quieres decir. Acojona. Este jodido Trent, lo bien que sienta sea cual sea el momento. Ahora un fondo, pausado, rampante, se añade a la batería y a esa cuerda débil; sólo avisa de que algo importante está a punto de comenzar, y así es. Una serie de declaración de intenciones: Fuck you. Kill me.

Ahora llega Reptile.

La otra noche veía un reportaje sobre dos surfistas extremos viajando a Australia para desafiar a una de las zonas más peligrosas del mundo
. Con un helicóptero, un par de barcos, otro par de motos acuáticos y, en definitiva, un follón de personal pendientes de ellos, se adentraban unos cuarenta kilómetros en el mar, el cual, por cierto, estaba en unas condiciones dignas de un cabreo del Diablo de la isla que rodeaba, Tasmania. Durante no sé cuántas horas iban tras indicios de olas que auguraban unos 7, 8 metros de altitud. Tiburones de por medio. Un tobillo mal colocado en uno de los intentos. Y aún así, los dos, por separado, acabaron saliendo ilesos de una ola por cabeza, con un tamaño que, si por una pantalla de mediana medida impresionaba y te estremecía pensando (inocente la lógica) que iban a quedar atrapados en todo lo que tardaban, a 70 km/h, en salir de la ola. Ésta, en caso de capturar cualquier extremidad, hace que explote, vía presión. Lo que, si palpas en sensibilidad, se traduce en Devils speak of the ways in which she'll manifiest. Aún así, Reptile tiene demasiados trucos. Y por supuesto, momentos para entenderla.

He tardado en acordarme de por qué llamé a este sitio Spiral Out. Sobretodo haciendo uso del genitivo sajón, porque eso declara que la espiral es mía, y que de lo que se trata es de que se largue por aquí. Me da que, al tiempo, he ido consiguiéndolo.

23.9.09

Things will never die

21.9.09

Leña verde




Estás engañándoles durante un tiempo porque quieres pulirte un poco, pero sabes muy bien que jamás llegarías a serlo. Es demasiado esfuerzo; y, si eres inteligente, da demasiada vergüenza. Te falta el suficiente grado de inferioridad.

16.9.09

Future as a statue in a fountain

Te rodean los rascacielos y sólo puedes pensar en todos los que aún te quedan por construir. Te sientes diminuto e insignificante porque alguien ha sido capaz de crearlos, sostenerlos, demorarlos, estirarlos. Y tú, en la base realista, miras hacia arriba y te mareas. Es entonces cuando necesitas a alguien que te sostenga un poco. Llámalo X, Z; llámalo necesidad imperiosa y melodramática de vuelta a los cinco años y querer hacer todo ese proceso en compañía merecida.

Pero aún queda. Aún queda nadie sabe cuánto y nadie sabe muy bien cómo, con ese maldito cuento de que jamás mires hacia atrás y sólo divises el horizonte. Un sin sentido para un contexto en el que el vicio marca la historia: mira al instante preciso y a la recompensa mínima y rápida que obtienes con los sostenidos y bemoles de rigor.

En medio de mil estructuras gigantes, que de día reflejan la luz del sol hasta ser invisibles y de noche emiten luces que invitan a volar hasta estrellarse contra ellas en analogía de moscas trasnochadoras, es decir, mosquitos. La gente viene, pasa, se gira, se tropieza, analiza su propia forma de andar mientras observa la del que va delante; un escaparate interesa, en el siguiente siempre hay un olor raro, el caso, el tema, es que lo único que quiere en este minuto - si la cámara lo enfoca intentará mostrarlo- es comer un poco de pan con algo caliente dentro, y pedirle al del puesto que eche de todo menos cosas picantes; seguir tan centrado en este instante que a la mierda todo lo que no sea un poco de pan, algo caliente en su interior y aquello que tenga que hacer para conseguir el próximo.

13.9.09

Clímax

Esta canción es demasiado. Demasiado. De ésas (ésta) con las que se te va yendo la olla según avanza hacia el final y, básicamente, eres un maldito Diablo de Tasmania vociferando y descargando adrenalina por cada uno de los poros. Demasiado.

12.9.09

Welcome

(Pinchar sobre picture)

10.9.09

Landing



Aquí el par de friends presenta su nuevo disco "Kiko y Sara en el barrio", o por lo menos, la portada. A la una le sobra media pista de aterrizaje sobre la frente y el uno podría cambiarse de una maldita vez la camiseta de S.A.; no obstante, el espíritu es infalible.

Anda que no estaría bien no sólo tener la semana tó stoner sino, además, hacer música como la de Carlitos y cia. Si me gustareis, joder.

9.9.09

Could you fuckin' think about anything else, please?

7.9.09

Heart trembling

Nadie duda del poder de la influencia que recibes en pleno apogeo de zampar informaciones. Nadie debería, por lo menos, alzarse tan cínico al respecto. Así, esto es capaz de reconstruir un decorado muy específico (al del vídeo ni puto caso), unas numerosísimas tardes con el fondo, varias duchas de práctica hasta alcanzar a la mísera utopía de la Reina de la Noche; escalofríos como si se liberasen dosis de serotonina para parar toda una cultura mundial de la queja. Sólo es la obertura, y sólo es donde empieza una definición de belleza a la perfección.

Después de tal mariconada, agacho la cabeza... y la vuelvo a levantar, asintiendo. ¿Y yo por qué coño no me estoy dedicando a la música, joder?

5.9.09

Living is a problem 'cause everything dies




Brutals. Como la vida mesma.

(Parón en el camino. Creo que sigo viva, con el ánimo a dos metros bajo tierra)